miércoles, 16 de noviembre de 2011

Vaciándose, desprendiéndose

Es curioso constatar que sólo vaciándote, desprendiéndote de millones de pensamientos-cháchara, vas encontrando el reposo, la paz...

Ahora bien, tal cháchara ha ido dejándome tranquilo sin seguir ninguna técnica en particular... Es el sentimiento de no sentirme hacedor, de no ser fulanito de tal, sino un reflejo de la Consciencia Universal en este ámbito tridimensional y del espacio-tiempo perceptivo lo que ha ido dejándome sin pensamientos-cháchara. Lo decía Ramana y lo ha explicado Sadhu Om: si los pensamientos son las ramas, el tronco es el "yo soy fulanito de tal", un ser humano, un ente psicosomático con tal nombre y tales recuerdos y tales actuaciones y convicciones. Si cortas el tronco... con él caen de golpe todas las ramas también, pues ir cortando rama tras rama resultaría inacabable dado que cada vez que fijas la atención en un pensamiento, surgen de él, merced a la Imaginación Creadora de la Shakti, otros muchos pensamientos de los que emanarán otros y otros, en un continuum, si seguimos fijando en ellos la atención.

Sadhu Om, en La Indagación del Ser. El camino de Ramana Maharshi, lo expresa así: ""Mientras más atendamos a los pensamientos pertenecientes a la segunda y tercera personas, más crecerán éstos... Cuanto más se dirija la atención de la mente a la segunda y tercera personas, más se multiplican las imágenes del mundo (los pensamientos); pero si la atención se vuelve hacia el Ser (la fuente de luz de la mente), la propia mente (el primer pensamiento "yo") desaparece"