jueves, 10 de mayo de 2012

Metanoia, Resurrección -Pedro Rodea


Mirad…˜ mientras somos pasto de nuestra falsa identidad con el ego…˜ nuestro estado es semejante al de un verdadero muerto a sí mismo…˜ Nosotros estamos entonces muertos a nuestro verdadero Sí mismo…˜ y aparentemente vivos a lo que no es nuestro Sí mismo…˜ Hay verdaderamente un infierno…˜ Pero este Infierno no nos está esperando en algún futuro remoto…˜ este infierno es este mismo estado donde estamos como muertos a nuestro verdadero Sí mismo…˜ y aparentemente vivos a lo que no es nuestro Sí mismo…˜ 

Nuestro auto-orgullo y auto-complacencia en estar aparentemente vivos a lo que no es nuestro verdadero Sí mismo…˜ ofende tantísimo a nuestra verdadera naturaleza…˜ que sus sufrimientos en la prisión de nuestra mentira constituyen ese gran descontento en nuestro corazón…˜ El muerto en nuestro corazón no está muerto…˜ el muerto en nuestro corazón busca la atmósfera abierta y radiante de su propia resurrección…˜ 

No creáis que la resurrección es para cuando nosotros hayamos muerto en este cuerpo…˜ La Resurrección es siempre de nosotros mismos a nuestro verdadero Sí mismo…˜ en vida…˜ mientras estamos vivos…˜ mientras el preso en la mazmorra de nuestro cadáver…˜ no está muerto…˜ sino que clama dolientemente su reencuentro y entrega de sí mismo a Sí mismo…˜ 

Antes de la ascensión de Cristo al Cielo…˜ hubo una muerte y una resurrección…˜ La muerte es siempre la muerte de un muerto…˜ Un verdadero vivo no puede morir nunca…˜ La resurrección…˜ es la abertura del sepulcro del ego…˜ para que el Ave amadísimo de nuestro Sí mismo verdadero surja a su propia Luz…˜ se saboree…˜ se vea completamente como sólo ve el ojo de un amado…˜ y se pierda enteramente presa de amor…˜ 

La resurrección a nuestro verdadero Sí mismo del sepulcro de nuestro enterramiento en vida es lo que se llama metanoia…˜ Metanoia es una abertura del ojo luminoso de la visión…˜ irrumpiendo glorioso en la obscuridad doliente de nuestro corazón…˜ 

No hay ningún fin para el sepulcro del ego si el ojo de la visión no lo ilumina…˜ El ego no se destruye combatiéndolo…˜ el ego se destruye viéndolo…˜ 

Ver el ego…˜ y ver cómo se esfuma es todo uno…˜ Cuanto este acto está teniendo lugar nosotros estamos en el estado de resurrección…˜ 

Hay en nosotros toda la Bondad y Benignidad Infinita e innata de nuestro Gran Sí mismo Bello…˜ Nosotros no tenemos que ir a buscarlo a ninguna parte…˜ Él es por así decir “nuestro preso”…˜ nuestro “muerto y enterrado” en el sepulcro de nuestro ego mientras nosotros no vemos la fealdad y maldad inenarrables de este orden subvertido…˜ 

Texto tomado de Ha sido escuchado VIII.  Escucha 1151, de Pedro Rodea