martes, 13 de noviembre de 2012

Karika de Gaudapada traducidos por Consuelo Martín

Hace unos años leí con frenesí bastantes Upanishads traducidos por Consuelo Martín, así como su libro Conciencia y Realidad. Estudio sobre la metafísica advaita, que contiene en su segunda parte una traducción de la Mandukya Upanishad y las Karika de Gaudapada con los comentarios de Sánkara y algunas notas complementarias de Consuelo Martín muy clarificadoras.



Las otras obras traducidas por Consuelo Martín que leí llevado por una marea impetuosa y por tanto sin el suficiente reposo y, además, en una época en la que era prácticamente "primerizo" en los comentarios de Sankara (exceptuando el gran resumen expuesto por René Guénon en El hombre y su devenir según el Vedanta), fueron:
- Upanisad con los comentarios advaita de Sankara
- Bhagavad Gita con los comentarios advaita de Sankara
- Brahma-Sutras con los comentarios advaita de Sankara
- Gran Upanisad del bosque con los comentarios advaita de Sankara


Pero ahora es cuando -varios años después- he podido Saborear las Karika de Gaudapada, el guru del maestro de Sankara (quien comenta tales enseñanzas de Gaudapada). Y he tenido la fortuna de poder leerlos tranquilamente -pues tiempo es lo que más me sobra para estos menesteres.

Ha sido muy iluminadora tal lectura sosegada... Y la recomiendo a los que sienten dentro de sí la llamada del Vedanta Advaita en su máxima expresión de AJATA. De sus cuatro partes confieso sentir predilección por los capítulos II (La apariencia de realidad) y el último (La extinción del tizón ardiente, aunque la sección "Crítica a la causalidad" me ha resultadado un tanto difícil de leer).


¡Cuanta sabiduría manifiesta Gaudapada, al que se le sitúa viviendo en el siglo VIII! 
Ahora que conozco bastante las enseñanzas de Sri Ramana Maharshi, he podido constatar la coincidencia existente en muchas de sus enseñanzas con las de Gaudapada, especialmente en lo que respecta a la vivencia de AJATA.

En otros posts retomaré estas Karika de Gaudapada con los comentarios de Sankara y las notas adicionales de Consuelo Martín...




miércoles, 7 de noviembre de 2012

Nisargadatta recordado por David Goldman


Recordando a Nisargadatta Maharaj es una larga entrevista efectuada a David Goldman que puede consultarse en su magnífica web. David Goldman está muy vinculado al ashram de Ramana Maharshi, devoto suyo y editor de varias obras sobre las enseñanzas de Ramana Maharshi. Goldman fue a Bombay a conocer a Maharaj a mediados de 1978 por vez primera.


Nos dice David que "Maharaj muy rara vez hablaba de su vida, y él no alentaba preguntas al respecto. Creo que él se veía como una especie de médico que diagnostica y trata las enfermedades espirituales percibidas de las personas que acudían a él para pedirle consejo. Su medicina era su presencia y sus palabras poderosas. Las anécdotas de su pasado no eran parte de la receta". Aún así se aportan algunos datos biográficos poco conocidos.

Goldman aporta datos sobre algunos ritos efectuados por Nisargadatta en el cuarto donde recibía a los visitantes y también acerca de las imágenes del linaje Sampradaya Navnath y de otras existentes en la citada habitación. Sobre el linaje vedántico señalado recoge Goldman algunos datos sobre la relación gurú-discípulos que se daba antaño en esta cadena iniciática.

Igualmente nos enteramos por Goldman de algunos datos curiosos en torno al mantra que enseñaba Maharaj a algunos de sus oyentes que su maestro, Siddarameshwar, le había enseñado y autorizado a dar.

Añade asimismo una enseñanza crucial respecto a la necesidad de ser testigo-presencial-consciente de la "muerte en vida" del "fulanito de tal" que conforma nuestro ego e identificación corporal para poder alcanzar la plena realización del Sí Mismo.

Nisargasatta y Maurice Frydman
A este respecto, Maharaj desveló "que le había pasado a él después de que pensaron que se había dado cuenta plenamente el Ser, y no fue sino hasta después de esta experiencia de muerte que él comprendió que este proceso era necesario para la liberación final. Espero que alguien grabase este diálogo en la cinta porque estoy hablando de memoria, de lo que le escuché hace veinticinco años. Parece que es una parte crucial de la experiencia y las enseñanzas de Maharaj pero nunca he oído hablar de él en cualquier otra ocasión. Tampoco he encontrado en ninguno de sus libros". 

Nos enteramos igualmente del respeto que tenía Maharaj por Maurice Frydman, el editor y "traductor" del libro que le dio a conocer en Occidente, YO SOY, e incluso le consideraba un Jnani. Goldman señala, igualmente, algunos datos biográficos de Frydman de interés como, por ejemplo, su vinculación con Ramana Maharshi (la segunda parte del EVANGELIO DEL MAHARSHI corresponden a respuestas del Maharshi a sus preguntas).

En la segunda parte de esta entrevista, Goldman habla acerca del respeto que sentía Maharaj hacia Ramana Maharshi. Indica que, en una ocasión que un familiar de Ramana le visitó, llamado Ganesan, Nisargadatta se postró ante él diciéndole: "Nunca tuve la oportunidad de postrarse ante su tío abuelo Ramana Maharshi, así que estoy postrado a su lugar. Este es mi postración hacia él". Una foto de Ramana formaba parte de la colección de retratos de su habitáculo, por cierto.

Goldman describe asimismo el ambiente de las charlas de Maharaj y su relación con los oyentes.Asimismo describe varios casos en los que parecía que Maharaj velaba sutilmente por algunos de sus discípulos, manifestándose esa "protección" de múltiples modos, incluso "milagrosos".

Destaca Goldman el carácter de "siembra espiritual" de la oratoria de Maharaj ante sus oyentes. En una ocasión Nisargadatta le dijo: "Yo no creo que realmente entiendan el propósito de mis diálogos aquí. No hablo simplemente para convencer a la gente que son verdaderas. No estoy hablando acerca de estos temas para que la gente pueda construir una filosofía que puede ser racionalmente defendida, y que está libre de todas las contradicciones. Cuando hablo mis palabras, no estoy hablando a tu mente en absoluto. Estoy dirigiendo mis palabras directamente hacia tu conciencia. Estoy plantando mis palabras en tu conciencia. Si perturbamos el proceso de plantación al discutir sobre el significado de las palabras, éstas no van a echar raíces allí. Una vez que mis palabras se han sembrado en la conciencia, van a germinar y crecer, y en su momento van a dar sus frutos. No tiene nada que ver contigo. Todo esto sucederá por sí mismo. Sin embargo, si se piensa en las palabras demasiado o de disputa sobre su significado, se pospondrá el momento de su realización".

Asimismo, le escuchó decir: "Las palabras de los seres iluminados tienen un poder permanente. Los grandes santos del pasado dieron sus enseñanzas, y éstas han sobrevivido porque hay un poder y autoridad inherente en ellas. Otras personas pueden haber estado diciendo la misma cosa al mismo tiempo, pero las palabras de esas personas han desaparecido porque no había poder en ellas. Las palabras de jnanis han subsistido porque tienen el poder y la autoridad del Ser detrás de ellas". 

Goldman le preguntó acerca de la efectividad de la lectura del libro YO SOY... "¿Qué hay acerca de un caso hipotético de alguien leyendo recogidamente YO SOY Eso dentro de cincuenta años, y en un país sito a varios miles de kilómetros de distancia?. Esa persona nunca tendrá la oportunidad de verte. ¿Esas palabras todavía tendrán el poder de transformarle y despertarle?". Y Maharaj respondiole así: "El tiempo y el espacio existen en su mente, no en el Sí Mismo (Atma). No hay límite al poder del YO. El poder del YO está siempre presente, siempre trabajando, siempre subyase por sí mismo. Lo que varía es la disposición y la voluntad de la gente a poner su atención en él. Si alguien coge este libro a diez mil kilómetros de distancia dentro de mil años, esas palabras harán su trabajo si el lector está en el estado correcto para escuchar y asimilar las palabras". 

Igualmente destacable es, en esta tercera parte de la entrevista, la explicación dada por Maharaj acerca de por qué hay quienes alcanzan la iluminación pronto y otros tarde o nunca. Dado que Nisargadatta rechazaba la reencarnación y con ello la explicación del Karma positivo de otras vidas que propiciaban una iluminación rápida, la respuesta giraba en torno a lo que Maharaj englobaba en torno al término "química".

"La química - nos aclara Goldman- fue una de las analogías o metáforas idiosincráticas de Maharaj. Creo que se deriva de la sustancia química en un rollo de película. Estamos todos emitidos con una "química" en el momento de la concepción, dice Maharaj, y ese es nuestro destino en esta vida. En cierto sentido, es como un rollo de película, un guión que se nos ha dado a nosotros por esta vida. Tradicionalmente el hinduismo enseña que tenemos ´prarabdha karma´, un destino inmutable para esta vida, que es un resultado inevitable de las acciones que se han realizado en vidas anteriores. Maharaj no podría incorporar a vidas pasadas actividades en su teoría "química", pero sí tenía para ofrecer una selección alternativa de factores.

No recuerdo si fue en esta conversación en particular o en algún otro día, pero recuerdo que le pregunté acerca de los componentes de "la química". Él respondió que se trataba de una combinación de una amplia variedad de factores: los genes de los padres, las configuraciones astrológicas en el momento de la concepción, el entorno futuro en el que uno iba a ser educado..;estos son sólo unos cuantos que él mencionó. Todos ellos se unieron en un momento determinado y se emitió un cuerpo, o más bien un embrión, con su destino designado. 

"Todo esto es muy determinista", le dije. "Si la el grado de pureza-impureza de la sustancia química determina que podamos o no alcanzar la iluminación, ¿por qué deberíamos siquiera preocuparnos al respecto? ¿Cuál es el motivo de actuar o no, de querer o no querer, si la pureza-impureza de la sustancia química ya ha decidido el asunto por nosotros con antelación?.." 
Maharaj respondió: "No, no está completamente determinada por adelantado. La gran mayoría de personas en el mundo nacen con un factor químico sucio. Nada de lo que haga o deje de hacer va a conllevar diferencia alguna. La iluminación no es para ellos, y la mayoría de ellos ni siquiera se preocupan por estos asuntos. En el otro extremo del espectro, habrá un número extremadamente pequeño de seres muy puros que se dará cuenta de su verdadera naturaleza sin ningún esfuerzo o inclinación previa especial". 

Él no lo dijo, pero supongo que habría puesto Ramana Maharshi en esta categoría. 

Entre estos dos extremos-continuó Maharaj-, hay un pequeño número de personas cuya química es ligeramente impura. Estas personas tienen la oportunidad de alcanzar la iluminación. Si pueden reunirse con un gurú que pueda mostrarles la verdad y si su sinceridad y seriedad son lo suficientemente altos, pueden purificar su composición química ligeramente sucia y averiguar lo que realmente son. Es por eso que estamos aquí hoy. Las personas que acuden a un guru con una fuerte sed de libertad son los que tienen sólo unas pocas impurezas. Son aquellos para los cuales la liberación es posible". 

Respecto a los los traductores de las palabras en marati de Maharaj al inglés, Goldman señala sentirse respetuoso por la literalidad de Mullarpattan y asegura que el mejor de todos ellos era Ramesh Balsekar a partir de 1978.

Nissargadata y Balsekar


jueves, 10 de mayo de 2012

Metanoia, Resurrección -Pedro Rodea


Mirad…˜ mientras somos pasto de nuestra falsa identidad con el ego…˜ nuestro estado es semejante al de un verdadero muerto a sí mismo…˜ Nosotros estamos entonces muertos a nuestro verdadero Sí mismo…˜ y aparentemente vivos a lo que no es nuestro Sí mismo…˜ Hay verdaderamente un infierno…˜ Pero este Infierno no nos está esperando en algún futuro remoto…˜ este infierno es este mismo estado donde estamos como muertos a nuestro verdadero Sí mismo…˜ y aparentemente vivos a lo que no es nuestro Sí mismo…˜ 

Nuestro auto-orgullo y auto-complacencia en estar aparentemente vivos a lo que no es nuestro verdadero Sí mismo…˜ ofende tantísimo a nuestra verdadera naturaleza…˜ que sus sufrimientos en la prisión de nuestra mentira constituyen ese gran descontento en nuestro corazón…˜ El muerto en nuestro corazón no está muerto…˜ el muerto en nuestro corazón busca la atmósfera abierta y radiante de su propia resurrección…˜ 

No creáis que la resurrección es para cuando nosotros hayamos muerto en este cuerpo…˜ La Resurrección es siempre de nosotros mismos a nuestro verdadero Sí mismo…˜ en vida…˜ mientras estamos vivos…˜ mientras el preso en la mazmorra de nuestro cadáver…˜ no está muerto…˜ sino que clama dolientemente su reencuentro y entrega de sí mismo a Sí mismo…˜ 

Antes de la ascensión de Cristo al Cielo…˜ hubo una muerte y una resurrección…˜ La muerte es siempre la muerte de un muerto…˜ Un verdadero vivo no puede morir nunca…˜ La resurrección…˜ es la abertura del sepulcro del ego…˜ para que el Ave amadísimo de nuestro Sí mismo verdadero surja a su propia Luz…˜ se saboree…˜ se vea completamente como sólo ve el ojo de un amado…˜ y se pierda enteramente presa de amor…˜ 

La resurrección a nuestro verdadero Sí mismo del sepulcro de nuestro enterramiento en vida es lo que se llama metanoia…˜ Metanoia es una abertura del ojo luminoso de la visión…˜ irrumpiendo glorioso en la obscuridad doliente de nuestro corazón…˜ 

No hay ningún fin para el sepulcro del ego si el ojo de la visión no lo ilumina…˜ El ego no se destruye combatiéndolo…˜ el ego se destruye viéndolo…˜ 

Ver el ego…˜ y ver cómo se esfuma es todo uno…˜ Cuanto este acto está teniendo lugar nosotros estamos en el estado de resurrección…˜ 

Hay en nosotros toda la Bondad y Benignidad Infinita e innata de nuestro Gran Sí mismo Bello…˜ Nosotros no tenemos que ir a buscarlo a ninguna parte…˜ Él es por así decir “nuestro preso”…˜ nuestro “muerto y enterrado” en el sepulcro de nuestro ego mientras nosotros no vemos la fealdad y maldad inenarrables de este orden subvertido…˜ 

Texto tomado de Ha sido escuchado VIII.  Escucha 1151, de Pedro Rodea

miércoles, 18 de abril de 2012

Ramana Maharshi, La Indagación del Ser -2-

Sobre las enseñanzas de Ramana Maharshi, Sadhu Om escribió entre otras cosas lo siguiente en el capítulo tercero  La Indagación del Ser. El Camino de Ramana Maharshi (Parte I):


 De las tres personas —la primera: o la segunda: tú la tercera: él, ella, ello, etcétera— "yo" es la primera en aparecer. Si esto no sucediera la segunda y  tercera personas no Ilegarían a existir. La primera persona no es sino el pensamiento "yo", y la mente sólo o es éste; la segunda y tercera personas sólo surgirán después de que lo haga la primera, "yo". El mundo sólo es la segunda y tercera personas. En el sueño profundo no existe el sentimiento de primera persona “yo soy el cuerpo"; por  eso en él no existe el mundo (la segunda y tercera personas).
Sólo si existe esa primera persona (el ego)
en la forma de «yo soy el cuerpo»,
 existirán también la segunda y tercera personas.
"Ulladhu Natpadhu", verso 14

Si no existe el pensamiento «yo»,
 no existirá otra cosa...
"Sri Arunachala Ashtakam", verso 7
,
Si a ese pensamiento "yo" —la raíz de todos los demás— se le impide surgir, todos los demás también se verán impedidos. Si un hombre desea cortar los miles de hojas y cientos de ramas de un árbol, ¿no basta con que corte el tronco? De la misma forma, un hombre que desea destruir los millones y millones de pensamientos tendrá éxito si destruye la raíz: el pensamiento "yo". ¿No comenzamos con el objetivo de escrutar los pensamientos? Por lo que hemos visto arriba, ahora es claro que no hace falta analizar cada pensamiento y que es más que  suficiente con analizar el pensamiento básico, el de "yo".
Alguien podría preguntar: "¿No se obtendrá la felicidad con la destrucción de los pensamientos? Si es así, ¿por qué debe analizarse cada pensamiento? ¿No es algo inútil?" Podrían incluso citar a Bhagavan Sri Ramana, que una vez dijo (en "¿Quién soy yo?"): “ es inútil analizar la basura: hay que sacarla toda de un escobazo". Una pregunta impropia como ésta podría deberse a una incorrecta  comprensión de las enseñanzas de Sri Bhagavan. Veamos por qué Sri Bhagavan dijo fue: "Es inútil analizar las varias propiedades de todos los principios (segunda y tercera personas; no-Ser) que ocultan al Ser”. No importa cuánto analicemos los pensamientos pertenecientes a la segunda y tercera personas, ellos nunca cederán sino que aumentarán solamente.  Él nunca afirmó que el escrutinio de la primera persona, es decir  la autoindagación, debiera abandonarse. El pensamiento de primera persona, "yo", tiene esta propiedad peculiar: si (inquiriendo "¿Quién soy yo?") se enfoca la atención en él con el fin de descubrir qué es, este pensamiento “yo” desaparece. Por el contrario, mientras más atendamos a los pensamientos pertenecientes a la segunda y tercera personas, más crecerán éstos. En un cine, mientras más se aleje la pantalla del proyector, las imágenes se vuelven más grandes y mientras más se acerque la pantalla a la fuente de luz, el proyector, las imágenes se hacen más pequeñas, incluso del tamaño de un punto.

 De la misma manera, cuanto más se dirija la atención de la mente a la segunda y tercera personas, más se multiplican las imágenes del mundo (los pensamientos); pero si la atención se vuelve hacia el Ser (la fuente de luz de la mente), la propia mente (el primer pensamiento; “yo”) desaparece. Profundizaremos  este punto en el capítulo ocho (La técnica de la Indagación del Ser).
El pensamiento «Yo soy este cuerpo de carne y hueso»
es el hilo en que se ensartan
todos los varios pensamientos.
Por lo tanto, si nos volvemos  hacia adentro:
¿Dónde está este «yo»?, todos los  pensamientos
(incluido el de «yo») finalizarán y el conocimiento del Ser
brillará entonces espontáneamente
dentro de la cueva (el corazón) como Yo-Yo...
"Atinavidya Kirianam", verso 2

Igual que todas las cuentas de un rosario caen cuando se corta el hilo, así también, si deseamos destruir todos los pensamientos analicemos el pensamiento de primera persona, "yo", el cual corre a través de los pensamientos de la segunda y tercera personas y los sostiene como el hilo a las cuentas, y así todos esos pensamientos serán destruidos sin esfuerzo.
........

Todo el capítulo tercero puede consultarse en el pdf: Indagación del Ser III-Sadhu Om-Ramana Maharshi.

jueves, 12 de abril de 2012

Ramana Maharshi, La Indagación del Ser -1-


 Iniciamos aquí una  la transcripción de una selección del texto La Indagación del Ser. El Camino de Ramana Maharshi (Parte I), de Sri Sadhu Om.

Las dos sendas


Maharshi Ramana enseñó dos caminos como prácticas espiri­tuales más importantes (sadhanas) para la salvación de la humani­dad. Éstos son: 1) el camino de la autoindagación, esto es, el cono­cerse a uno mismo (nuestra naturaleza real) inquiriendo "¿Quién soy yo?" y 2) el camino de la entrega, es decir, el rendirse uno mismo (el ego) completamente a Dios.

El primero es el camino del conocimiento (jñana marga) y el segundo es el camino de la devo­ción (bhakti marga). ¿No es el propósito de las varias investigacio­nes que se llevan a cabo en el mundo conocer acerca del mundo y de Dios —la segunda y tercera personas— más que conocerse a uno mismo, yo, o la primera persona? El hombre, que hace tantos esfuerzos por saber acerca del mundo y de Dios, aún no sabe quién es en realidad él mismo. ¿Cómo? Nosotros decimos "yo soy un hombre", lo cual no es un conocimiento correcto de nosotros mis­mos sino solamente ignorancia. Sentimos que somos un hombre porque tomamos de forma equivocada un cuerpo humano, nuestra posesión, como "nosotros", los poseedores. La mejor investiga­ción y el mejor conocimiento de todos consisten en separarnos de nuestra posesión (el cuerpo) por medio de inquirir "¿Quién soy yo?" y adquirir el conocimiento correcto sobre el poseedor (yo). El co­nocimiento "yo soy el cuerpo" —el cual es el ego— es un conocimiento falso de nosotros. El verdadero conocimiento es aquel en el cual sabemos que somos el ilimitado Ser (Atma).

¿Cuál es el beneficio de obtener de este modo el verdadero autoconocimiento? Sólo cuando uno se conoce a sí mismo como el Ser puede hacer el verdadero bien a todas las criaturas sobre la Tierra. ¿Cómo? Únicamente cuando surge el conocimiento del Ser se conocerá la verdad de que nosotros solos somos la realidad de todos los seres vivientes, y sólo entonces nacerá en nuestro corazón el verdadero amor hacia todos. Mientras este conocimiento del Ser no se alcance uno no puede amar auténticamente a todas las criaturas sólo por hablar y propagar en una tribuna "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Sólo cuando uno experimenta el mun­do entero y a todas las almas en él como la primera persona del singular se obtiene el verdadero amor, un amor "no por otro" (ananyabhakti) . Esta realización del Ser por sí sola es la fuente sin la cual no pueden florecer en la Tierra la paz, el amor y la felicidad. Por lo tanto, la única e inmediata necesidad del mundo es la inda­gación en el Ser, la medicina que destruye al maligno ego. Sólo un auténtico conocedor del ser (atma-jñani) puede realmente servir al mundo a la perfección. La mera existencia de un jñani como éste sobre la Tierra basta para asegurar el bienestar espiritual y moral del mundo entero.

Cuando se le entiende de manera correcta, la entrega es la entrega del ego (ahankara) a Dios. La autoentrega y la autoinda­gación son de hecho una y la misma, tanto en su resultado —la extinción del ego— como en su práctica. La autoentrega es el sen­dero, el de la devoción, para aquellos que creen en Dios. ¿Cómo? Ya que de hecho el "yo" individual y el mundo son propiedad de Dios, reclamar al cuerpo como "yo" y "mío" es el más grande pe­cado consistente en robar una propiedad de Dios, Si este apego al cuerpo se entrega (para ser precisos, se devuelve) a Dios, se alcan­zará el estado de no ego. Este estado vacío de “yo” y “mío” es el estado del Ser.

Aunque ante una observación superficial podría parecer que hay diferencia entre el sendero de la indagación y el sendero de la de­voción —que consistiría en que un aspirante que sigue el sendero de la indagación pone su atención en el Ser mientras que uno que sigue el de la devoción se centra en Dios—, para quien se dedique seriamente a la práctica le será claro que ambos caminos son lo mismo, no sólo en el resultado —
establecerse en el Ser por medio de la destrucción del ego— sino también en la práctica. Un devoto que desee entregarse por completo a Dios debe rehusarse, desde un principio, a seguir llamando al cuerpo "yo" y "mío". Si él piensa otra vez "este cuerpo es mío" o "yo soy el cuerpo", está cometiendo el pecado de tomar de nuevo lo que ya le había ofrecido a Dios.

Así pues, el modo correcto de practicar la autoentrega consiste en que el aspirante sea muy vigilante para que no vuelva a surgir en él el pensamiento "yo soy el Cuerpo" o "este cuerpo es mío". Ahora bien, ¿cómo lleva esto a cabo? ¿No intenta él estar bien vigilante para que la primera persona —el sentimiento de "yo soy el cuerpo"— no vuelva a aparecer, esto es, no trata de permanecer con una aguda atención siempre fija en el sentimiento de "yo"? Por tanto, la misma atención puesta en sí mismo que pone en práctica un indagador la practica también un devoto. De esta forma queda claro que una atención retirada de la segunda y tercera personas y  enfocada en el "yo" es el método correcto y práctico de entregarse a Dios. Por otro lado, si un devoto busca a Dios fuera de sí mismo esto equivale a una atención puesta en una segunda persona. Ya que Dios siempre brilla como la realidad de la primera persona, concentrarse en la primera persona es dar la debida atención a Dios, y éste es el genuino sendero de la devoción.

domingo, 15 de enero de 2012

Focalizar la atención en el Atman

Las enseñanzas de Ramana Maharshi las puedo ir asimilando no sólo leyéndole y mirándole a los ojos, sino también mediante las traducciones y explicaciones de Sri Muruganar, Sri Sadhu Om y Michael James.  He aquí una selección de párrafos de la parte última de ese gran libro inspirado que es "La Felicidad y el Arte de Ser", escrito a través de Michael James y traducido por Pedro Rodea.


Los vasanas o deseos latentes, que son las fuerzas motrices que nos impelen a pensar, y los pensamientos, que son sus formas manifiestas, no tienen ningún poder suyo propio. Derivan su poder solo de nosotros. Mientras les prestemos atención, estamos alimentándolos con el poder que es inherente a la atención.

Como solía decir Sri Sadhu Om, la atención es el poder de gracia divino, debido a que en esencia ella es la suprema chit-sakti o poder de consciencia, que es nuestro ser esencial y la realidad absoluta. La atención o consciencia es el poder que subyace, soporta y da vida a la imaginación, y como tal es el poder que crea este mundo entero de dualidad y multiplicidad.

Por lo tanto, a lo que quiera que prestemos atención, eso es alimentado y hecho aparentemente real. Los deseos y pensamientos parecen ser reales solo porque les prestamos atención, y, por consiguiente, el poder que ellos parecen tener se deriva solo de la atención. De la misma manera que la experiencia de un sueño parece ser real y tiene poder sobre nosotros solo mientras le prestamos atención, así también todos nuestros deseos y pensamientos parecen ser reales y tienen poder sobre nosotros, solo mientras les prestamos atención.

Por lo tanto, si fijamos la atención entera y exclusivamente en el propio ser esencial y con ello ignoramos todos los pensamientos que los vasanas o deseos latentes fuerzan a surgir, privaremos a esos deseos del poder que necesitan para sobrevivir, y que solo pueden obtener de la atención. Cuanto más les privemos así de la atención que buscan, más débiles devendrán, y con ello obtendremos un poder creciente para resistir al poder de atracción con el que hasta ahora nos han estado dominando.

Ésta es la razón por la que Sri Ramana dijo en el párrafo seis de Nan Yar?, «Cuando [nosotros] practicamos y practicamos de esta manera, para [nuestra] mente aumenta el poder de permanecer firmemente establecida en su lugar de nacimiento». Es decir, cuanto más practiquemos este arte de ser vigilantemente auto-atentos, ignorando firmemente todos los impulsos o deseos de pensar en nada más, más fuerza obtendremos para permanecer firmemente establecidos en nuestro ser auto-consciente siempre natural y claro.

Cuando la fuerza aumente así, todos los deseos o vasanas latentes serán progresivamente debilitados y eventualmente perderán el poder que ahora tienen para distraernos del estado natural de solo ser. Ésta es la razón por la que Sri Ramana dice que «todos ellos son destruidos cuando svarupa-dhyana [auto-atención] aumenta y aumenta», y por lo que dice que no debemos dar espacio por lo tanto al surgimiento de ningún tipo de pensamiento, sino que en lugar de ello debemos «aferrarnos tenazmente a la autoatención ».

Cualquier pensamiento que podamos sentirnos impelidos a pensar, si nos aferramos tenazmente a la auto-atención, podemos debilitar inmediatamente no solo esa impulsión o vasana particular, sino también, simultáneamente, todas las impulsiones latentes a pensar cualquier otro, y con tenacidad continuada podemos eventualmente destruir completamente todas los impulsos o deseos latentes. Por lo tanto, si deseamos destruir verdaderamente todos nuestros deseos latentes y obtener con ello nuestro estado natural de auto-conocimiento verdadero, debemos ser extremadamente tenaces y persistentes en nuestra práctica de la auto-atención, que es el verdadero arte de ser.

¿Qué quiere decir Sri Ramana, en la práctica, con las palabras: «Sin dar espacio al pensamiento» cuando él dice aquí: «Sin dar espacio al pensamiento dubitativo de si es posible disolver tantos vasanas y ser solo como el sí mismo, nosotros debemos aferrarnos tenazmente a svarupa-dhyana [auto-atención]», y cuando él dice en el párrafo trece, «Sin dar siquiera el más mínimo espacio al surgimiento de ningún pensamiento excepto atma-chintana [el pensamiento del sí mismo], estar completamente absorbidos en atmanishtha [auto-permanencia] es darnos a Dios»? No dar espacio al surgimiento de ningún otro pensamiento significa ignorarlos completamente, sin permitirles siquiera el más mínimo espacio dentro del campo de la atención o consciencia. ¿Pero para nosotros, cómo es posible en la práctica excluir todos los pensamientos de la consciencia? Para nosotros es posible hacerlo solo colmando nuestra atención o consciencia total y exclusivamente con el «pensamiento del sí mismo», svarupa-dhyana o atma-chintana, es decir, con auto-atención clara, aguda y vigilante.

Aunque Sri Ramana algunas veces se refería a la auto-atención como el «pensamiento del sí mismo», usando palabras que implican pensamientos tales como dhyana o chintana, él a menudo aclaró que de hecho es un estado de solo ser, y no un estado de «pensar» o de actividad mental. Por lo tanto, puesto que prestar atención a otra cosa que nosotros mismos es «pensar», y puesto que estar atento solo a nosotros mismos es un estado de no «pensar» sino de solo «ser», la auto-atención es el único medio práctico y efectivo por el que podemos excluir todos los pensamientos de nuestra consciencia.