Hemos seleccionado unos párrafos del libro de Douglas E. Harding El librito de la vida y de la muerte, traducido por Pedro Rodea, y publicado por Sanz y Torres-Ignitus, para "escenificar" un modelo de representación de lo que René Guénon llamaba "Estados Múltiples del Ser", concepción que expuso en un magistral libro homónimo. Asimismo, en Jungmundoimaginal se aconsejan ver una serie de vídeos explicados por Richard Lang sobre quién somos realmente.
Permítaseme tratar de aclarar esta dicotomía fundamental, esta división entre mi solitaria Realidad central y sus múltiples apariencias regionales, en un lenguaje menos engañoso y menos verboso y en un escenario menos restringido –el del mandala o modelo de cebolla–. Es decir, permítaseme mostrarla en el mapa del observador que se acerca a mí. Viniendo desde el espacio exterior, a través de la vastedad de mis regiones astronómicas y geográficas «suprahumanas», el observador llega a (g) –mi región «humana», a un solo metro más o menos de Mí,que estoy en el Centro de todas mis regiones. Aquí, en (g) él ve un ser «existente, divisible, sólido, vivo y humano» llamado Douglas Harding, junto con un montón de seres similares.
Desde aquí él se mueve hacia dentro (f) a unos pocos milímetros de Mí, al lugar donde Douglas Harding es reemplazado visiblemente por una célula (digamos una célula de piel) que es «existente, divisible, sólida y viva» pero que (palabra justa) está lejos de ser humana. Y prosigue así hasta (e), donde la célula de piel es reemplazada por una molécula (digamos una molécula de aminoácido) que es «existente, divisible y sólida», pero está lejos de estar viva.
Entonces prosigue hasta (d), donde la molécula es reemplazada por un átomo (digamos un átomo de carbono) que es «existente y divisible» pero está lejos de ser sólido –de hecho, es casi completamente espacio–. Entonces prosigue hasta (c), donde el átomo es reemplazado por una partícula (digamos un protón) cuya «existencia y divisibilidad separada» es dudosa (20).
Entonces prosigue hasta (b), donde la partícula es reemplazada por quarks –entidades especulativas cuya existencia es en verdad muy dudosa–. Además, en esta región el tiempo mismo está puesto en cuestión (21).
Más cerca de Mí no puede llegar el extraño, mi observador viajero plenamente equipado del instrumental apropiado. Tan cerca, y sin embargo tan lejos, pues no hay ninguna vía que lleve desde mí como objeto a Mí como Sujeto. Sólo yo soy en (a), Yo, que soy la Meta – inalcanzable para los extraños– de ese largo viaje hacia dentro. Yo, que soy la única Realidad Central, el Noúmeno Sin tiempo del que todos los fenómenos encontrados en el camino son sólo las siempre cambiantes apariencias regionales. Etapa tras etapa el observador me ha despojado de cualidades y realizaciones, hasta que yo he sido reducido a casi nada en absoluto.
Justamente aquí, instantáneamente, yo confirmo y completo ese lento despojo. Aquí, yo soy la Fuente indiferenciada de todos esos efectos «temporales, existentes, divisibles, sólidos, vivos, humanos y suprahumanos», la Potencialidad que, Ella misma, no es ninguno de ellos, absolutamente nada de ese tipo ni de ningún tipo. Justamente aquí y ahora yo estoy desprovisto de todas las cualidades, intrínsecamente libre incluso del tiempo y la existencia (existencia, existir, significa estar fuera) –libre de la vida y de la muerte y todo lo demás–. Al perder la vida, encuentro el ser; al perder el ser, encuentro el Abismo. O más bien, me pierdo en el Abismo. (22)
Notas
Nota 20.- En los niveles más elevados «es una buena aproximación decir que “las cosas constan de partes” pero el mundo subatómico no puede ser descompuesto en partes constitutivas… La totalidad del universo aparece como una red dinámica de modelos de energía inseparables» (Capra, The Tao of Physics, Londres, Fontana, 1983, págs. 90-92). «En física cuántica el observador interactúa tanto con el sistema que las partículas interactivas no pueden ser pensadas como teniendo existencia separada» (Niels Bohr, 1927).
21.- «A la velocidad de la luz el tiempo permanece inmóvil; para un fotón el Big Bang [origen del universo] y el presente son el mismo tiempo. Por lo tanto, el universo está conectado por una red de radiación electromagnética que “ve” todo a la vez» (John Gribbin, In Search of Schrödinger’s Cat, Londres, Transworld Publications,1985, págs. 160-189).
22.- La espiritualidad oriental comprende muy bien el vacío esencial de las cosas, pero deja a la ciencia occidental verificar y demostrar el detalle concreto. Obsérvese, por ejemplo, cuán bien concuerda nuestro diagrama con las palabras de Sri Nisargadatta Maharaj: «Cuando comprenda que los nombres y formas son sólo conchas vacías sin ningún contenido, y que lo que es real es sin nombre y sin forma, pura energía de vida y luz de consciencia, usted estará en paz, inmerso en el profundo silencio de la realidad».
COMPLEMENTOS:
- Blog sobre Douglas E. Harding- Douglas E. Harding en Facebook
- Vídeos sobre Douglas E. Harding
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